LAURA MEDINA ALEMÁN
Cargado de fuerza, así comenzó el concierto que la banda Showpay dio la noche del pasado sábado en la sala Moby Dick de Madrid. Una fantástica versión de un tema de principios de los 90’ como “I promised myself” desveló cuán prometedora sería la noche…
Una noche en la que la música del conjunto madrileño hizo mover los esqueletos de los que nos encontrábamos allí. Temas como “Big one” , “It is love” o “Singing” hicieron que fuera una velada cargada de dinamismo y de mucho sentimiento. Un concierto para recordar, en el que algunos descubrimos a un grupo que promete.
Una banda con historia, una historia que se remonta a los años “ del cole” cuando Eduard y Albert compañeros de clase, acompañados del hermano de éste, Bernard se reunían para tocar los primeros acordes. Aunque tal y como cuentan ellos mismos, a veces dedicaban más tiempo al bocadillo de nocilla antes que a los ensayos semanales.
Pero aquellos tiempos ya quedan un tanto lejanos. Ahora con mucha más experiencia musical y acompañados de Andrés, el más veterano del grupo que se incorporaría en 1999, forman una auténtica banda con un estilo un tanto novedoso. Con dos discos en el mercado, uno de los cuales es la banda sonora de la película “Open Graves”, “ Showpay” nunca se han querido encasillar en un determinado género, por eso pasan con una facilidad del pop al funky, dando algunas pinceladas de color con aires de reggae , aunque con una indiscutible base de rock . Quizás aquí este esté su punto fuerte, en hacer lo que ellos definen entre risas como “family rock” por abarcar una amplia variedad de público. Sin duda, una mezcla tan interesante de ritmos, que hacen de Showpay un grupo de artistas que rompen con los moldes que en ocasiones impone las leyes del marketing y la publicidad. Tal vez la improvisación a la que tanto recurren tenga en parte la culpa de ese desparpajo y desenfado que muestran sobre el escenario.
Sin embargo, ellos lo tienen muy claro saben que esto de la imagen cuenta mucho, pero les gusta por encima de todo lo que hacen, se percibe que les apasiona la música. No quieren ser famosos, para ellos como comenta Albert: “esto es un hobby, pero un hobby muy serio”. Las letras de los temas son el resultado de un trabajo conjunto, en el que cada uno aporta una parte de su personalidad, y sobre todo donde dan rienda suelta a sus propios gustos musicales.
Pero a lo largo de esta trayectoria musical, Showpay ha sufrido transformaciones. El punto de inflexión se produjo hace tres años cuando la quinta componente, Elena dejó este proyecto después de diez años. Fue un punto y a parte en su percepción de lo que ellos se consideraban musicalmente hablando, reforzando mucho más ese sentimiento de “banda musical”,
Sin financiación externa, pero con muchas ganas de divertirse, de divertir, de transmitir lo que para ellos significa música, ellos seguirán trabajando para lograr sus objetivos. De momento ya tienen otras dos actuaciones antes de que termine este año en Madrid, en Moma y en Honky- Tonk…. Seguro que no decepcionarán.
Diario FdC 